Reflexiones: Seguros Privados y Metro de Caracas

Mi reflexión es la siguiente: ¿Porque tenemos que tener seguro privado en instituciones del gobierno en vez de hacer que nuestros hospitales funcionen óptimamente, y nuestro pueblo, crea realmente que el camino real es el socialismo, pero en igualdad de condiciones para todos? Pero lo que más me preocupa, es que el mismo Hugo Chávez Frías ha criticado el hecho del por qué tienen que existir, y explotar a los mas desposeídos, que lo adquieren por necesidad, y revolucionarios disfrazados de rojo, y por dentro bien negros sus intereses, le hacen el juego a la derecha, para que sigan conspirando contra nuestra revolución, que cada día se ve más atacada desde dentro de ella. Por ejemplo el ministerio del trabajo que tiene un seguro privado, que realmente es un negocio, que sabemos que lo que cubre es una curita, que si te pasas de su costo, terminan los pacientes en nuestros hospitales públicos. ¿A quien realmente beneficia? A la derecha, porque la alimentamos. Lo más triste es que el gobierno ha creado formas de ayuda, en instituciones como el ministerio de salud, en algo que se llama atención al soberano, donde se les da a los pacientes ayuda en dinero para que vayan a clínicas a hacerse exámenes costosos. ¿Porque no invertirlos en nuestros hospitales públicos?

Soy un usuario que usa el metro todos los días, me doy cuenta que diariamente presenta retrasos a cualquier hora, no entiendo, si es fortuito o es saboteo para desestabilizar y preocupar la población que cada día son más los que utilizan el sistema. Debemos estar atentos, por que en otras ocasiones se ha intentado sabotear. Les hago un llamado a todos los usuarios que estén muy pendientes y no se dejen engañar por rumores. Y al gobierno a estar pendiente y no permitir que atenten contra el corazón del pueblo. El llamado también se lo hago a todos los consejos comunales organizados, y juntos mantenernos vigilantes para exigir nuestros derechos que hemos conquistado junto a nuestro presidente Hugo Chávez.

Volveré!


Víctor Quintero.