¿Se esta perdiendo la disciplina?

Es obvio el pueblo revolucionario bolivariano que sabe que esta senda que ha escogido le ha costado sangre y lagrimas a muchos venezolanos y que ante la falta de acciones del gobierno sobre los males y los vicios que están minando y desgastando el proceso revolucionario (corrupción, burocracia, lentitud, etc.), encuentra necesario manifestarse y desahogarse de alguna manera, así se entienda que con eso se perjudica al proceso pero parafraseando al camarada Alí “el pueblo es sabio y paciente es el decir de la gente”.
Se siente, se percibe y se escucha lo que se denomina como la voz del pueblo, que no es otra cosa sino el sentido común que tiene el venezolano desde el mas avezado y analítico que siempre fundamenta sustancialmente sus comentarios, hasta el que sin necesidad de ser un experto analista político se da cuenta de la situación, asi no halle como saber explicarla pero ese sentido común le indica que algo anda mal.
Es así como entre todos nosotros comienzan esas conversaciones y por ejemplo en Catia conversan Juan y Luis, entonces Luis haciendo honor de ser de de un sector de venezolanos (gente humilde y trabajadora de los barrios) que se caracterizan por ser gente muy amable, social sin prejuicios ni discriminación, conversa con Pedro el cual es un perfecto extraño que se encuentra en el metro en la mañana cuando se iba a trabajar y allí todos apretujados en el vagón se pone a charlar con él como si lo conociera de toda la vida (porque así es el venezolano común), primero hablan del peo del metro que todas las mañanas y las tardes es la misma vaina, los trenes se tardan mucho y terminan concluyendo ambos que se trata de un saboteo, luego inevitablemente alguno de los dos hace un sondeo para ver con que tendencia política simpatiza el otro (chavista o escuálido) y al percatarse que los dos están del mismo lado Luis le expone su inquietud a Pedro el cual le manifiesta que ha venido conversando lo mismo con varios amigos y que concuerda con Luis de que la genta lleva ese mismo sentimiento. Es así como comienza la voz del pueblo a sonar en las calles y fue así como también hablo antes del 2 de diciembre y no fue escuchada y por eso se perdió el referendo.
Entonces ¿Cual es la moraleja de esta historia? La moraleja es que hay que escuchar la voz del pueblo y para escuchar tienes que estar muy cerca de la gente, verle los ojos al pueblo cuando te habla y te esta diciendo: que la moral de muchas instituciones esta podrida, que quiere ver corruptos presos, que se le de un parao a Globovisión, que ya basta de esos empresarios que están escondiendo los productos y que los venden al precio que les da la gana en la cara del gobierno, que en casi todas las instituciones públicas se atienda mal a la gente y a parte de eso para que les resuelvan un problema duran una eternidad hasta años y a los empleados hay que jalarles bolas siendo ellos los que trabajan para uno.
¿Que pasa?... Esa es la única y sencilla pregunta que se hace la gente, no podemos perder los espacios ganados por una especie de políticos que se han vestido de rojo para seguir las practicas de la cuarta república y que quieren que nuestra revolución fracase.
Señor presidente lo admiro por muchas cosas que ha logrado en favor de los mas desposeídos que fueron excluidos durante décadas de las cosas mas básicas que necesita todo ser humano, no permita que estas cosas sigan sucediendo no deje que lo sigan engañando como lo hicieron el 2 de Diciembre aproveche y escúchenos porque el pueblo habla claro y raspao.

Jesús Tovar